miércoles, 27 de diciembre de 2006

Ya vienen los Reyes Magos

Nunca me ha caido bien Papá Noel.

De pequeño me confundía mucho su nombre y creía que era el padre del de la barca. Y aunque mis padres me decían que no eran parientes, cada vez que llegaba la Navidad yo pensaba en Noé y su papá dentro de una gran barca llena de bichitos: La barca de Noé. Un trauma.

A mí me caían mejor los tres Reyes Magos. Primero porque eran tres, que era el dorsal que llevaba Gordillo en el Betis. Yo quería ser el Gordo de mayor... y lo he conseguido. Segundo porque eran reyes y que te visite gente de la realeza no pasa todos los días. Y tercero porque eran magos y eso molaba cantidad en aquella época. Todos los magos de mi infancia eran sex-symbols: Houdini, Magic Andreu, Tamariz... Pero a mí lo que me corroía el seso era averiguar que diablos era la mirra. Debía ser un pedazo de regalo porque después de ver que Melchor y Gaspar regalaban oro e incienso (que seguro que se fuma también), Baltasar no se achantó para decir: "Pues yo le traigo Mirra." ¡Ea! Ahí queda eso. Para mí que se quedó con toda la peña, el muy cachondo. Seguro que iba puesto de maría hasta el culo, como venía de Holanda... olé, olé, Holanda y olé... Que digo yo... vaya vuelta más tonta ¿no? Porque si los tres Reyes Magos de Oriente, eran como su propio nombre indica, de Oriente... y Belén está, chispa más o menos, en Oriente... ¿qué carajo hacían los tres Reyes Magos viniendo de Holanda?

Aaaah.... ya.... habían ido a pillar mirra. ¡Seguro!. Incienso, mirra... Por ahí se empieza, y del incienso a la fumata blanca, un paso. Pa mí que en lugar de los tres Reyes los únicos que llegaron fueron los tres camellos... cargaditos de chocolate. Si ya lo dice el villancico. Y eso es saber popular...

¡Ay, pero que entrañable la Navidad! Con su cagón en el portal... Por cierto, vaya si son absurdos los portales de Belén... casi todo el mundo pone a la Virgen, San José y al niño fuera del portal y a la mula y al buey dentro. ¡Coño que estamos en Diciembre y con la pelona que está cayendo nos va a coger una pulmonía y se nos va a morir el niño antes de semana santa! Que esa es otra... aún no ha nacido el niño y ya están los cabrones de las bandas de cornetas y tambores ensayando pa matarlo... ¡un poquito de por favor...! Y otra cosa tonta son los bichos... ¿desde cuando un pato es igual de grande que una oveja? ¿Por qué en el portal ningún pastorcito fuma? ¿A quién se le ocurrió que nieva en Belén?

¡Qué recuerdos más entrañables! Estos días siempre los pasábamos cantando villancicos y atiborrándonos de anís, turrón, mantecados y polvorones esperando impacientemente la llegada del dia de Reyes, para finalmente destrozar los juguetes a la mañana siguiente. ¡No fallaba! ¿Pero los Reyes dónde compraban los regalos? ¿En El Corte Inglés o en Galerías Preciados? En cambio ahora los regalos duran más y tienen su garantía. Pero antes eso era lo de menos, antes lo bonito era la espera... con esa ilusión del Scalextrix año tras año... ¡y los muy hijos de puta siempre traían colonia, calcetines y un juego de pañuelos con mis iniciales bordadas en punto de cruz! Ahora no. Ahora te traen el "Scalextrix Montecarlo con el cochecito de Fernando Alonso a escala 1:12 con sonido real y tapones para los oídos réplica de los que vende François en la Rascasse a 5 euros el par", el "karaoke de Operación Triunfo VII que incluye siete CDs con todas las galas más un bonus-DVD de Torrebruno cantando a dúo con Teresa Rabal en Dabadabadá", la "barbie periodista y el príncipe Ken Star copulan si parar", la "comba techno fluorescente para saltar por la noche a ritmo de bakaleta", el "tragabolas" (este es un clásico), el "neng cantante de coplas" y un "patinete con cascabeles en las ruedas para que te escuchen llegar en cada esquina". Lo peor de todo es que ahora, aprovechando que hace buen tiempo, los reyes llegan diez días antes, te sueltan los regalos y se van a tomarse unas mirras con Papá Noel. Y desde el día 26 los niños están rodando los cochecitos por el suelo, saltando a la comba de madrugada, jugando a ser Bisbales y probando los patinetes porrazo tras porrazo. Y eso si uno vive justo en el piso de abajo jode tela, tela, tela marinera. Y es que me entran unas ganas de gritar "¡¡¡¡los reyes son los p****!!!! ¡¡¡¡Concretamente tu pu**** madr****, niño!!!!

Y este año, para colmo, estrenan la película del Ratoncito Pérez... otro que seguro quiere pillar tajada... Como al niño de la vecina de arriba se le caiga un diente se lo pego con silicona. O mejor aún... con la "dremel multi" que me ha dejado Baltasar, ¡se lo atornillo al paladar! Pero el hijoputa ese no pide otro regalito a cambio del diente... ¡como que me llamo Pako!

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