jueves, 14 de diciembre de 2006
Diario de un francés (I): De la llegada a la ciudad de la luz...
En un lugar de Île de France de cuyo nombre no quiero acordarme... pues ahí, ahí mismo deben de estar los paquetes que envíamos.
Bueno he empezado esta primera entrega de la colección Diario de un Francés, casi por el final, pero es que no veía mejor modo de dar un resumen breve y conciso para aquellos que como Manolete, no gustan de leer mucho, a no ser que se adjunten fotos de tías en pelota picada, y como no hemos visto ninguna tía en pelota picada, y de verla dudo mucho que me sintiera orgulloso de enseñarla a mis amigos (vaya si son feas aquí las tías....joder que adefesios.... y eso que ahora coincide con la semana de la moda de París y podríamos coincidir con alguna modelito esqueleto de sílfide de esas... si, siiiiii..... ¡por los cojones!), pues avisados estáis de que aquí encontraréis de todo menos tías.
La cosa no empezó mal.... pero lo que bien empieza, empeora pronto (Quincuagésimonovena ley de Murphy). Llegué al aeropuerto en un taxi que me hizo una ruta turística culpando al alcalde por las obras. Pero me vino bien, porque el compañero estaba en la cola para facturar y no tuve que esperar: justo cuando llegué estaba ya el segundo, claro que ya había dejado pasar a 4 ó 5 y para colomo se perdió el desayuno. Luego me quité la espinita y lo invité a desayunar en el avión :-) Que por cierto, vaya pedazo de rubia guapa y buenorra que había de azafata en el avión..... ¡¡tremenda!! Se agachaba para preguntarte algo y dejaba entrever ese canalillo...... ufffff.... ¡viva Air Europa! Para colmo han debido firmar un acuerdo con la firma de ropa CAROCHE y ahora las azafatas visten minifalda vaquera y camisa ajustada y escotada.... ¡Olé! Pero bueno, ya os he avisado que no hablaríamos de tías.
El avión perfecto, salió a su hora y llegó a París 10 minutos antes de lo previsto (como se nota que no era Iberia). No se perdió ninguna maleta y llegamos a París sanos y salvos. Lo malo fue que al llegar, nuestros paquetes (los monitores, PCs, etc, etc) aún no habían llegado. Así que nos pasamos toda la tarde intentando hablar con gente de SEUR o de la subcontrata en Francia (Chronopost France) que ni papa de inglés ellos ni nosotros de francés. Así que chungo. Al final pudimos deducir que los paquetes estaban ¡todavía en Madrid! ¡Tócate los güevos!. Al final los paquetes llegaban esta mañana, pero al Aeropuerto Charles de Gaulle, a 30 Km de donde estamos, y no antes de las 8 de la mañana. El problema es que la feria empezaba a las 8:30.
Así que cuando no se puede hacer nada, no se puede hacer nada... y nos fuimos a cenar a un restaurant y luego a "Casa Pepa" (antiguo Granero de Triana) con nuestro amigo Toni, que nos presentó a unos tipos de Cáceres que van por alli a menudo. Como os iba diciendo ni una puta tia buena en París, así que nos fuimos temprano a dormir... a eso de las dos y media de la mañana pues al día siguiente teníamos que pillar un taxi fregoneta para ir a recoger los bártulos al aeoropuerto Charles de Gaulle. Ya me imaginaba yo preguntando en Charles de Gaulle:
- ¿Es este el aeropuerto de Charles de Gaulle? ¿Sí? Que se ponga...
...
- Hola Charles, mira tronco que venimos a recoger siete cajas... haz el favor de traerlas que tenemos el taxi en la puerta esperando...
Parece absurdo y surrealista, pero eran las órdenes que teníamos. Primero debíamos alquilar una fregoneta para ir al Charles de Gaulle a por los bártulos. Claro... como nos conocemos al dedillo París de tantas veces que hemos venido y teniendo en cuenta que el aeropuerto está al norte, con seguir la dirección de la vía láctea a las 6 de la mañana que aún es de noche, a las 7 de la mañana estaríamos en el aeropuerto... ¡Pues no!, ¡nosotros no conducimos un cacharro por París ni de coña!. Bueeeeno... po un taaaaaxi.
Total, que nos fuimos a Casa Pepa dónde nos trincamos tres JB-Sprite al precio de una cerveza parisina cada uno (8 euros, no te vayas a creer que la cerveza aquí te la dan regalá) y al salir de Casa Pepa, cogimos un taxi de camino al hotel nuestro. Durante el trayecto le preguntamos al taxista si tenía algún amigote con fregonetaxi, para acercarnos al aeropuerto a por unas cajas. Y el tío nos dijo que sin problema, que tenía un amigo que aunque no era taxista tenía una VW Touram y que nos llevaría. Total, que quedamos a las 8:00 am en la puerta del hotel para llevar a cabo nuestra misión, pero eso ya es otro día....
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario